Lo que nos impulsa es la firme voluntad de impulsar la transición energética, y hacerlo ahora. Porque estamos de acuerdo en que la protección del clima no admite demoras. Eso es precisamente lo que da sentido a nuestro trabajo y nos convierte en un equipo fuerte.
Nuestros proyectos son exigentes y nuestro día a día es dinámico. Pensamos con antelación, actuamos con determinación y apostamos por la innovación sin perdernos en conceptos. En lugar de eso, nos ponemos manos a la obra con una mentalidad práctica y el ritmo necesario para cambiar las cosas.
El espíritu de equipo no termina al final de la jornada laboral. Ya sea después del trabajo, en la oficina o en el campo de deportes: trabajamos juntos. Muchos de nosotros participamos regularmente en eventos y competiciones deportivas, tanto para mantener el equilibrio como para fomentar la cohesión.